jueves, 26 de junio de 2008

Bienaventuranzas de los viejos. Esteban Gumucio s.s.c.c.

Bienventurados los viejos acogedores, tiernos y cariñosos, porque tendrán la amistad de niños, jóvenes , vecinos y familiares.

Bienventurados los viejos que se ríen de su poca agilidad y de su mala memoria, porque hacen alegre la vida de los demás

Bienventurados los viejos que abren camino a los jóvenes y los escuchan en sus descubrimientos y entusiasmos, porque se sentirán jóvenes de corazón.

Bienventurados los viejos que siembran la paz y la concordia, porque ellos vivirán en armonía.

Bienventurados los viejos que en vez de andar quejándose, viven amando y sirviendo cuanto más pueden, porque ellos serán felices, a pesar de sus enfermedades.

Bienventurados los viejos que ven más las cosas buenas y los valores del presente que las desgracias y los males, porque ellos vivirán en primavera, aunque esté nublado.

Bienventurados los viejos animosos que se juntan con otros para luchar juntos por la vida, porque ellos lo pasarán aquí en esta vida y en la otra.

Bienventurados los viejos que saben contar cuentos a los niños, echar migas a los gorriones, regar las plantas del jardín, mirar por la ventana los juegos de los pequeños y hablar con alegría del Dios de la misericordia, porque ellos serán reconocidos en el Reino de los Cielos

Homenaje al Padre Esteban Gumucio



El domingo pasado fui a Misa a la Parroquia Universitaria, hacía mucho tiempo que no iba y sentí la alegría de compartir la Eucaristía con los jóvenes, sus canciones me hicieron evocar los tiempos del MJD., un tiempo hermoso de mi vida.
Cuando terminó la Misa, un joven nos invitó al homenaje que se haría al padre poeta, Esteban Gumucio ss.cc.
Inmediatamente hice mía la invitación, no podía perder la oportunidad de estar junto a todos los que, de una u otra manera, se han sentido tocados por la dulzura y la bondad de este hombre santo.
Fue un momento muiy hermoso, lleno de vivencias, eran tantos los testimonios, tantas las personas que querían expresar su agradecimiento a Dios por la cercanía que tuvo con ellos y ellas a través del P. Esteban.
Sus testimonios fueron un itinerario de su bondad, su ternura, su incansable deseo de mostrar el amor infinito de Dios, su lucha inclaudicable en defensa de la vida y la dignidad de las personas.
El padre Esteban tuvo el don de expresar con palabras lo que sentía su corazón, cuántos de nosotros cantamos, una y otra vez sus canciones,... Tres cosas tiene el amor, Al Señor le gusta, La oración, Señor de los afligidos,... quién no se emocionó escuchando "La cantata de los D.D.H.H." en la voz de Roberto Parada,... quién no se sintió interpretado con el poema que le dedicara al Cardenal Raúl Silva Henríquez: "La Iglesia que yo amo",... tantas y tantas cosas,.. que no habría tiempo ni espacio para escribirlas.
Sólo me resta dar gracias a Dios por mostrarnos su amor en él y por habeme dado la oportunidad de conocerlo. ¡¡¡Gracias!!