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No quiero proyectar
la misma sombra que otros,
ni ir a encender mi luz
en luz ajena
Defiendo mi derecho a ser distinto,
a no pisar la huella del rebaño,
y en lo posible a ser la única ola
que se resiste al ritmo del oleaje
y va a morder la arena de otro modo.
Que nadie más me habite que yo mismo
Yo me niego a sumirme en la jalea
adonde acuden todos a sumirse.
Por Dios, no me molesten:
nunca he pedido que me civilicen
que sean respetadas mi ignorancia,
capaz de ver un sauce en la araucaria,
y mi sabiduría,
que descubre filones en el prójimo.
No se me llegue nadie
con ademán de sierra y de garlopa
e intención de pulirme
y recortar mi ser como una tabla.
Rehuso contemplarme hecho virutas
y ver que mi alma llueve
garúa de aserrín.
No acepto que me invadan carpinteros:
Sólo yo he de medirme y fabricarme.
Señor, en el silencio de este día que nace, vengo a pedirte paz, sabiduría, fuerza.
Hoy quiero mirar al mundo con ojos llenos e amor, ser paciente, comprensivo, humilde, suave y bueno.
Ver detrás de las apariencias a tus hijos como los ves Tú mismo, para así poder apreciar lo bueno de cada uno.
Cierra mis oídos a toda calumnia, guarda mi lengua de toda mala palabra, que sólo los pensamientos buenos permanezcan en mi espíritu.
Quiero ser bien intencionado y justo, que todos los que se acerquen a mí sientan tu presencia
Lléname de tu bondad, Señor, y haz que durante este día yo te refleje. Amén
Si una mañana despiertas con ganas de nada,
si ni siquiera te alienta abrir una sola ventana,
no dejes que tu alma se seque,
retoma su antigua esperanza.
Si una tarde cualquiera recorres la estrecha vereda,si respiras profundo y no hueles lo que te rodea,
detente un segundo y suspira,
tu sangre recobra la vida.
Porque siempre hay tiempo para volver a nacer,
siempre hay tiempo para volver a vivir,
siempre hay tiempo para volver a empezar
lo que nunca pudiste terminar.
Si la luna te guiña y no causa en ti la alegría,
ni recuerdos de amores, nostalgias de días mejores,
aprieta la mano en tu pecho,
destruye los malos momentos.
El niño que abolió la esclavitud
Iqbal Masih tenía 4 años cuando su padre lo vendió como esclavo a un fabricante de alfombras. Debía pagar la boda del hijo mayor. Desde entonces Iqbal fue obligado a trabajar hasta 12 horas diarias encadenado a un telar, soportando gritos y golpes.
Cuando tenía 10 años decidió escapar; apoyado por una organización de derechos humanos, logró asistir a la escuela y emprender su lucha contra la esclavitud infantil en Pakistán. Iqbal recibió un premio mundial por su obra, pero en abril de 1995 murió asesinado sin que nadie diera mayores explicaciones.
Mi patria es la alegría.
Ya me circunda su fulgente anillo.
Todo mi ser levanta por bandera
La transparente flor del regocijo.
Eres mi patria, gozo. Eres mi isla…..
Eres mi cielo azul y mi guitarra.
Eres mi voz, que surge de la tierra
Florecida de trinos y campanas
Patria de la sonrisa, soy tu hijo:
Pon en mis sienes sol de mediodía.
He de quedarme en tus dorados valles
A vendimiar las uvas de la dicha.
Yo andaba lejos de las alboradas,
En un país teñido de crepúsculos.
Hoy vuelvo a tus parcelas luminosas.
Para embriagarme de color y aroma.
¡y en tus parvas, los hijos de mis hijos
Jugaran con celestes mariposas.
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