Mi próxima misión sería Xinguara, Pará, al norte de Brasil. En mi visita a Brasil, durante el verano, pasé a conocer la que sería mi comunidad.
Noca, mi querida hermana y futura compañera, se encargó de presentarme a muchas de las personas con que trabajaría, me sentí muy acogida por todas y me fui feliz de saber que mi nueva comunidad esperaba por mí.
Volví a Chile a esperar la llegada de Martín, mi nieto, que nacerá a fines de abril, mis planes eran retornar a Brasil los primeros días de mayo.
Pero,... el Señor me tenía preparada otra misión a la que no podía decir que no.
Luego de unas pequeñas vacaciones con mis padres, mi padre cayó enfermo y tuvimos que llevarlo de urgencia al hospital, los exámenes revelaron la presencia de un tumor en el colón, resultó ser maligno pero, que gracias a Dios pudo ser extirpado totalmente. Al tomarle el scanner de estómago se vislumbró una masa en el pulmón derecho, lo que llevó a los médicos a realizarle un scanner, el resultado fuela presencia de un tumor de 10 cm.
Todo ello hizo que tomara la decisión de quedarme con ellos y me sentí contenta de darles lo que ellos me dieron toda la vida.
Esto hizo que mi vida diera un giro inesperado, estoy en Santiago, más cerca que nunca de mi familia, cuidando a mis padres y esperando ser abuela.
El Señor nos lleva de la mano, sólo hay que dejarse conducir.
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